Cómo ahorrar en la factura de la luz

|- Es normal que cada vez que recibes la factura de la luz sientas la necesidad de ahorrar. Lograr esta disminución de los gastos puede pasar por el hecho de disminuir el consumo apretándote el cinturón. Sin embargo, no es la única forma de conseguirlo. Algunas medidas inteligentes pueden suponer mejoras más significativas.
 

Comprendiendo tu factura

Antes de tomar medidas, lo más recomendable es que dediques unos minutos a estudiar y comprender tu factura. Al revisarla, podrás ver cuánto estás gastando por el suministro y cuál es el motivo. Comprenderás qué conceptos se incluyen, de manera que sabrás qué medidas son las idóneas en tu caso para reducir el importe de dicha factura.
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Algunos conceptos a los cuales deberás prestar atención a la hora de estudiar diferentes opciones son:
 

• el término de potencia
• el término de energía
• el impuesto sobre la electricidad
• el alquiler de equipos
• el impuesto sobre el valor añadido

Aprovecha las tarifas reducidas

La tarifa nocturna siempre tiene un precio inferior al de la tarifa diurna regular. Algunas empresas también ofrecen tarifas reducidas durante los fines de semana. Conocer las condiciones de tarifa reducida que ofrece tu compañía puede ayudarte a aprovechar estos descuentos para llevar a cabo actividades que requieren mayor consumo como, por ejemplo, poner la colada.
 

Cambiar a una potencia menor

Contratar una tarifa más económica es una de las medidas más eficaces. Es muy probable que encuentres una, cuya potencia se asemeje a la que necesitas por un coste más bajo.

La potencia eléctrica es el principal indicador que determina el número de electrodomésticos que puedes tener en funcionamiento a la vez sin que sufras un corte de luz. Muchos son los usuarios que, sin saberlo, tienen contratadas potencias superiores a las que realmente necesitan, motivo por el cual acaban pagando sistemáticamente de más.

Es posible modificar la potencia contratada al contactar con la compañía de la luz a través de su servicio de atención al cliente. Sin embargo, para poder solicitar una potencia menor es necesario que conozcas qué potencia necesitas contratar. Además, te conviene hacer un estudio a medida en el que analices tus necesidades y hábitos de consumo.

Para conocer la potencia que realmente necesitas, puedes usar una calculadora de potencia, contratar a un técnico especializado o comparar la potencia que tienes contratada con la demandada. Estos datos te los facilitará tu compañía en su área de clientes. Si observas que la potencia contratada es muy superior a la demandada, es hora de solicitar un cambio de potencia.

Por último, queremos advertirte que los cambios de potencia solamente pueden hacerse una vez al año y que, si la reduces más de lo necesario, sufrirás cortes de luz en cuanto lo rebases, lo que te obligaría a volver a solicitar un aumento.

Mejorar tus hábitos de consumo

Esta es la tercera área que debes considerar a la hora de ahorrar en la factura de la luz. En este caso, existen muchas opciones que puedes aplicar en tu hogar para conseguir el ahorro energético que buscas.

Aprovecha las horas de luz natural

Parece obvio, pero muchos usuarios caen en el error de desaprovechar la luz natural, especialmente durante los meses de invierno. Tener las persianas cerradas es una manera de mantener la casa caliente y ahorrar en calefacción, pero, a cambio, necesitamos encender las luces durante muchas horas.

Una solución es no cerrar completamente las persianas o buscar espacios de la casa donde puedas aprovechar mejor la luz natural. Esta medida es efectiva especialmente para realizar actividades como el teletrabajo, ya que muchas veces podemos ser flexibles con el tiempo que dedicamos a ellas.

Uso eficiente de los electrodomésticos

Existen varias formas de utilizar de manera eficiente los electrodomésticos. Una de ellas consiste en aprovechar la carga completa de la lavadora, la secadora y el lavavajillas, de modo que se reduce el número de veces que los encendemos. Además, es recomendable que apliquemos el programa adecuado cada vez.

Un truco válido es tratar de no encenderlos todos al mismo tiempo, ya que esto supone un consumo masivo de energía que puede evitarse espaciando su uso. Mantener la nevera limpia y sin hielo ayuda a que consuma menos energía. También podemos aprovechar el calor residual de estufas, planchas o vitrocerámica.

Equipos y bombillas de bajo consumo

Si ya va siendo hora de reemplazar algún electrodoméstico, aprovecha para cambiarlo por uno de bajo consumo o etiqueta verde. Lo mismo ocurre con las bombillas: desecha las tradicionales bombillas de luz incandescente por los modernos focos led. Con estas medidas reducirás el consumo de energía al hacer uso de estos elementos.

Utiliza la domótica

Los interruptores y enchufes inteligentes pueden ayudarte a consumir menos electricidad. Así como puedes aprovechar los aparatos que pueden programarse, los enchufes e interruptores inteligentes te permitirán hacer lo mismo. De este modo, puedes hacer que funcionen solo a determinadas horas del día, que las luces solo estén encendidas al detectar la presencia de alguien en la habitación o programar el horario de funcionamiento de algunos aparatos.

Como ves, con medidas inteligentes podrás ahorrar en tu consumo sin necesidad de renunciar a ciertas comodidades. El uso racional de la electricidad no solo te ayudará a ahorrar en tu factura, sino también a optimizar algunas actividades que haces habitualmente en casa, con lo cual también vas a ahorrar tiempo y aumentarás tu nivel de confort.