Cómo crear contraseñas fuertes
Una contraseña debe cumplir unos requisitos mínimos de seguridad para poder ser considerada como auténticamente útil. Solo así cumplirá sus funciones
Si la tecnología avanza para las cosas positivas, también lo hace para las negativas. Cada vez es más común encontrar sofisticados programas capaces de desvelar contraseñas que se creían seguras. Pues bien, a lo largo del presente artículo vamos a darte algunos consejos para evitar tales situaciones.
|- Es muy común oír hablar de la necesidad de generar contraseñas seguras y que sean difíciles de descifrar. Sin embargo, solemos tomar estas recomendaciones como algo "para otros". No obstante, la realidad demuestra que todo el mundo está bajo la amenaza de los cibercriminales. Tú también.
De hecho, la compañía de seguridad digital “SplashData”, que analizó más de cinco millones de perfiles vulnerados durante el año 2017, desveló los malos hábitos de ciberseguridad existentes. Cientos de miles de claves eran extraordinariamente sencillas. Encontraron en repetidas ocasiones el uso de "123456", "qwerty" o "password", entre otras.
Algunas de las consecuencias de sufrir un hackeo
Si no usas una clave de acceso auténticamente segura, puedes sufrir consecuencias tales como:
- Suplantación de identidad y comisión de delitos en tu nombre.
- Robo de datos bancarios para extraer el dinero almacenado en tus cuentas.
- Vulneración de tu privacidad y uso de los datos para la extorsión.
- Intervención en conversaciones o comunicaciones en tu nombre.
- Introducción de virus más graves en tus dispositivos.
Algunos consejos para mantener la seguridad de las contraseñas
Ahora bien, no hay que asustarse. Los ciberdelincuentes no pueden vulnerar todos los sistemas y su mayor enemigo es que uses una clave verdaderamente robusta. Es aquí donde entran en juego los seis consejos de la OSI, que te animamos a seguir al detalle. Nunca pierdas de vista que la amenaza existe. Debes tener en cuenta que cada día se desarrollan programas más y más avanzados destinados a vulnerar las barreras de seguridad. Por eso los robos de datos son tan habituales.
En este sentido, probablemente hayas oído la importancia de cambiar la contraseña de acceso de manera más o menos frecuente. Al menos una vez cada seis meses, pues así frustrarás los planes de los hackers que ya hayan obtenido tus claves.
De esta forma, para cuando vayas a hacer el cambio o a crear un nuevo perfil, te recomendamos que sigas las indicaciones que vamos a incluir aquí. Van destinadas a ofrecer los máximos obstáculos posibles a los delincuentes.
1. Elegir una combinación robusta
Más arriba poníamos algunos ejemplos de claves extraordinariamente débiles y sencillas de descifrar. Pues bien, para conseguir colocarse en las antípodas y ser capaz de optar por una que sea segura, te recomendamos que:
- Utilices un mínimo de 8 caracteres. Nunca menos. Cuanto más larga sea tu contraseña, más difícil será entrar por la fuerza bruta (es decir, probando combinaciones al azar mediante avanzados programas informáticos).
- Mezcles mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Cuantos más tipos de caracteres haya, mayor será el rango de combinaciones.
- Trata de evitar recursos clásicos como fechas de cumpleaños o nombres de familiares. Al fin y al cabo, estos son los primeros intentos que llevan a cabo los hackers.
- No emplees contraseñas que ya uses en otros portales. Recuerda, además, que has de intentar que para cada sitio web, portal o programa, la clave escogida sea diferente. La consecuencia de no seguir esta recomendación es clara: si un hacker descubre el contenido de una, habrá obtenido, en realidad, el de todas. Del mismo modo, nunca digas tu contraseña a nadie, pues es condición necesaria para tu seguridad que sea secreta.
- Intenta que esté formada por varias palabras. Quizá nunca te hayas planteado esto, pero la contraseña "quiero un caballo con batería" es varios miles de veces más segura que "tr4b¬l0" y, al mismo tiempo, es más fácil de recordar. Puede tratarse de una oferta de trabajo o de una matrícula para estudiar en una universidad, por ejemplo.
Si tienes dudas acerca de si serás capaz de recordar las combinaciones para tus claves, no tienes por qué preocuparte. A día de hoy existen gestores de contraseñas que, bajo una única clave, almacenan un listado de todas las demás. Eso sí, la clave maestra ha de ser especialmente robusta y segura. Al fin y al cabo, es la que da acceso al resto. Igualmente, has de tratar de hacer copias de seguridad con frecuencia. Así evitarás que, en caso de pérdida del dispositivo, te quedes sin tus llaves de acceso.
2. Cuidado con las preguntas de seguridad
En algunos portales de acceso, ante la posibilidad de olvidar una clave, se ofrece la oportunidad de responder a ciertas preguntas de seguridad. Pues bien, ten mucho cuidado con ellas. Trata de que sean enormemente seguras y de que las respuestas no sean obvias más que para ti.
En caso contrario, podrá darse el supuesto de que tengas una clave muy robusta y, sin embargo, los delincuentes puedan acceder a través de las preguntas.
Un caso especial: el uso de la biometría como contraseña
En relación con todo lo dicho, es oportuno hacer referencia a una tendencia cada vez más común: la biometría. Se trata de un mecanismo que puede definirse como el uso de elementos biológicos para acceder a cuentas privadas. Así, estamos hablándote de la huella dactilar, la voz, la forma de la cara o el iris.
Se trata de una medida de seguridad altamente recomendable, pues es imposible para los delincuentes vulnerarla, ya que necesitarían que tú estuvieses presente. Así, siempre que tengas la oportunidad, protege tus cuentas con medidas de acceso como estas, constituidas utilizando los datos biológicos y físicos almacenados en tus dispositivos.
En conclusión, ya se puede decir que sabes cómo escoger una contraseña auténticamente segura para escapar de las garras de los hackers. Cuanto antes implementes estos consejos, antes disfrutarás de una plena sensación de seguridad.