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Descubre tramos irpf

Los tramos del IRPF son los que marcan el tanto por ciento de este impuesto que debes pagar en tu declaración de la renta. Esta se basa en una imposición progresiva. Es decir, en que paguen más tributos los que tienen rentas más altas durante el año. Sin embargo, para realizar correctamente tu presentación de IRPF, necesitas saber en qué tramo te encuentras.

|- IRPF son las iniciales del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que grava, principalmente, los rendimientos que has obtenido durante el año anterior. Cuanto más dinero ganes, mayor será la cantidad que debas pagar. A tal efecto, existen 3 tipos de rentas que computan para este impuesto.

  • Rentas procedentes de rendimientos económicos. En este epígrafe se incluye el dinero que has ganado por tu trabajo o tus actividades mercantiles, así como las obtenidas por tu capital. Por ejemplo, los intereses generados por el dinero que tienes en el banco.
  • Ganancias y pérdidas patrimoniales. No se trata de rentas propiamente dichas, sino de la diferencia entre una compra y una venta. Por ejemplo, si has vendido un
    inmueble, debes declarar la diferencia existente entre lo que has percibido por él y lo que te costó.
  • Rentas imputadas. Son más complejas, dado que abarcan las ganancias obtenidas por otras vías. Por ejemplo, por la cesión de derechos de imagen o por beneficios recabados fuera de España.

Antes de identificar el tramo del impuesto en que te hallas, debes sumar todas estas cantidades. La cifra resultante es la llamada base imponible. Se trata de la cantidad total a la que se aplica el impuesto, sin olvidar las deducciones. El resultado de todos estos cálculos es la base liquidable. Sobre esta última se aplica el porcentaje que regula los tramos.
 

Tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas

Otro aspecto al que debes atender sobre este tributo, como su propio nombre indica, es que se aplica solo a personas físicas. En otras palabras, a asalariados, autónomos y a otros trabajadores. Las entidades de tipo mercantil, como las sociedades anónimas o limitadas, abonan sus impuestos por otra vía: mediante el Impuesto de Sociedades.

Aclarado este punto, vamos a mostrarte los tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que son 6:
 

  1. Retención del 19 %. Se aplica a quienes tienen unos ingresos de hasta 12.450 euros.
  2. Retención del 24 %. Rige para ganancias entre 12.450 y 20.200 euros.
  3. Retención del 30 %. Aplicable a ingresos entre 20.200 y 35.200 euros.
  4. Retención del 37 %. Rige para ganancias entre 35.200 y 60.000 euros.
  5. Retención del 45 %. Para beneficios entre 60.000 y 300.000 euros.
  6. Tipo máximo del 47 %. Se aplica a partir de 300.000 euros.


Sin embargo, estos tramos son igualmente progresivos, como el propio impuesto. Esto significa que quien cobre más de 12.450 euros no paga su cuota con arreglo al más alto. Abona un porcentaje por el dinero que se incluye en cada tramo. Para explicártelo mejor, te ponemos un sencillo ejemplo.

Imagina que una persona tiene una base liquidable de 50.000 euros. No tiene que pagar un 37 % de ellos. La cuota a abonar se calculará del modo siguiente:

 

 

  • Los primeros 12.450 euros cotizarán a un 19 %. Es decir, debería abonar 2.365,50 euros.
  • De los siguientes 7.750 pagará un 24 %, es decir, 1.860 euros.
  • Los 15.000 euros que van de 20.200 a 35.200 cotizarán al 30 %. Por tanto, el total son otros 4.500 euros.
  • La cuantía que va de 35.200 a 50.000 pagará un 37 %, lo que equivale a otros 5.476 euros.


Sumando todas esas cantidades, el total a pagar por esa persona que declara unos ingresos de 50.000 euros es de 14.201,50. No obstante, de esa cantidad deben restarse las retenciones que ya haya sufrido al cabo del año y otras deducciones.

Hay muchas entidades de crédito y de ahorro que ofrecen una calculadora de IRPF para ayudarte a cuantificar la cuota a pagar. Igualmente, debes saber que, quizá, estés exento de presentar la declaración del Impuesto sobre la Renta.

 

 

 

¿Quiénes están exentos de presentar declaración de IRPF?

Como norma general, no tienes que hacer la declaración del IRPF si percibes menos de 22.000 euros por los rendimientos de tu trabajo. Sin embargo, estos deben proceder de un solo pagador. En el caso de que tengas varios, estás obligado a presentar el impuesto, pero solo si la suma de lo percibido de los restantes pagadores, aparte del primero, supera los 1.500 euros.

Existe otro límite, en concreto, de 12.000 euros. Si no lo superas, estás liberado de hacer la declaración de IRPF siempre que, a su vez, cumplas alguno de estos requisitos:

 

 

  • Los rendimientos de tu trabajo proceden de más de un pagador y la suma de las cantidades percibidas de los restantes supera los 1.500 euros.
  • Recibes pensiones del cónyuge o anualidades para alimentos.
  • Tus pagadores no están obligados a practicarte retenciones.
  • Los rendimientos íntegros de tu trabajo están sujetos a un tipo de retención fijo.


Si cumples estas condiciones, quedarás exonerado de declarar el IRPF. En cualquier otro caso, deberás hacerlo con arreglo a los tramos que te hemos explicado con anterioridad.

Por otra parte, hay ciertos ingresos que también están exentos del impuesto. Se trata de los llamados rendimientos de capital mobiliario y las ganancias patrimoniales que no superan en conjunto los 1.600 euros anuales. Sin embargo, están sujetos a retención.

Tampoco es necesario declarar otras cantidades. Por ejemplo, las rentas inmobiliarias imputadas, los beneficios obtenidos de letras del tesoro o ciertas subvenciones. El límite máximo exento por todos estos conceptos es de 1.000 euros.

En definitiva, te hemos explicado cuáles son los tramos del IRPF y otros importantes aspectos relacionados con ellos. Ahora ya sabes si te corresponde o no declarar dicho tributo.