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¿Cómo diferenciar un préstamo personal, al consumo y rápido?

¿Alguna vez te has preguntado cuáles son las diferencias entre un préstamo personal; consumo y rápido? Es cierto que los tres son créditos y que, como tales, te ayudan a conseguir liquidez cuando la necesitas. Sin embargo, no son, ni mucho menos, conceptos idénticos. Conocer sus diferencias internas puede serte de gran valía para escoger, en cada caso, el que más te conviene.

Nosotros concedemos préstamos personales y, por ello, conocemos estrechamente este ámbito. Por tanto, vamos a mostrarte, a lo largo de este artículo, todo lo que has de conocer al respecto. ¡Vamos allá!

Guía completa para entender las diferencias entre un préstamo personal, un préstamo rápido y un préstamo al consumo

prestamo personal, al consumo y rápidos

Con el contenido que te vamos a facilitar en las siguientes líneas, contarás con un conocimiento lo suficientemente profundo. Gracias a ello, podrás optar por los créditos que sean más ventajosos para ti en cada supuesto. Evitarás afrontar gastos innecesarios y, sobre todo, sabrás qué estás firmando en cada caso con total exactitud.

¿Qué es un préstamo personal?

La mejor manera de definir un préstamo personal y de distinguirlo del resto es aludiendo a su propia etimología. Así, se llama "personal" porque hace referencia a los gastos propios de un individuo determinado, sean estos de la naturaleza que sean.

Te podrá parecer que eso de "gastos personales" es muy genérico, pero es que esa es, precisamente, la característica esencial de esta clase de créditos. Buscan financiar necesidades concretas en un momento determinado, a través de pequeñas cantidades destinadas a gastos muy variados.

Aquí se incluyen los empréstitos que financian puntos tan distintos como una boda, una reparación doméstica o del vehículo, un gasto inesperado o un viaje, entre otras muchas situaciones. Como puedes ver, no guardan una vinculación específica con ningún tipo concreto de proyecto. Su principal característica es que se trata de una financiación sencilla y, sobre todo, versátil, al adaptarse a cualquier exigencia.

¿Qué es un préstamo al consumo?

Los préstamos al consumo, aunque se parecen a los anteriores, no son exactamente iguales. En este caso, sí existe una vinculación a un tipo de gasto específico. En efecto, su uso va ligado a la adquisición de bienes de consumo. Es cierto que, al igual que los anteriores, no suelen consistir en una elevada cantidad de dinero.

Un claro ejemplo de bien que se suele adquirir a partir de la liquidez obtenida de un crédito de estas características es el automóvil, los muebles o un gran electrodoméstico. Muchas veces, es utilizado para sustituir otros medios de pago aplazados, como la tarjeta de crédito y las compras a plazos. Al fin y al cabo, como te decimos, su característica principal es que se usa el dinero para comprar algo, un esquema muy parecido al de las tarjetas de crédito.

Sin embargo, puede ser que ya hayas sobrepasado el límite de esta o que el vendedor no ofrezca la posibilidad de aplazar el pago de tus compras, o que te extienda una financiación muy cara. Para estos casos está indicado este tipo de crédito.

Por simplificarlo de alguna manera, puedes pensar que es un tipo de préstamo personal, pero cuyo gasto está vinculado a la compra concreta de bienes de consumo de larga duración.

¿Qué es un préstamo rápido?

De nuevo, la mejor manera de comprender la figura del préstamo rápido es aludiendo a su etimología. Si en su nombre aparece una referencia a la velocidad es porque esa es su característica principal. La gran diferencia de este tipo de créditos frente a los dos anteriores es que han sido diseñados para reducir los tiempos de concesión al mínimo posible.

A través de la eliminación progresiva del papeleo, la reducción de los requisitos, la transformación de las gestiones en procedimientos en línea y la automatización en las concesiones, estos préstamos se reciben muy velozmente. Desde que introduces la solicitud hasta el instante en el que recibes el ingreso, pasan muy pocos días.

Al igual que el préstamo personal, este tipo de empréstito no tiene una vinculación concreta con ningún fin determinado. En otras palabras, no se solicitan ni se conceden para hacer frente a gastos predefinidos. Están indicados para desembolsos no muy grandes, pero de cierta urgencia.

Los dos anteriores, aunque no necesariamente deben ser de concesión muy lenta o poco ágil, pueden demorarse más de lo acostumbrado con uno rápido.

Principales diferencias entre un préstamo personal, uno rápido y un préstamo al consumo

Después de haberte planteado las definiciones de cada uno de estos créditos por separado, es hora de atenderlos de manera conjunta, ya que no deja de ser la finalidad última de este artículo. Por tanto, vamos a hablarte, en primer lugar, de las tres grandes diferencias existentes entre ellos.

1. Vinculación con un gasto concreto

Este es el punto definitorio del crédito al consumo frente a los otros dos. Al mismo tiempo, es un punto que tienen en común los créditos rápidos y los personales.

Los entregados al consumo se conceden con la condición de que sean utilizados para una finalidad concreta, esto es, van vinculados a un gasto específico que deberás afrontar necesariamente con esa liquidez. Sin embargo, los otros dos son plenamente libres. No es obligado que destines el dinero a nada en concreto, sino a lo que consideres más adecuado.

2. Velocidad de concesión

Como te hemos comentado más arriba, esta es una distinción básica entre el empréstito rápido y los otros dos. En aquel, muchas veces basta el trascurso de dos o tres días para obtener su concesión y su ingreso en la cuenta. No obstante, en los créditos al consumo o personales, esta agilidad y reducción de los plazos no suele ser tan radical.

3. Tipo de entidad que lo concede

La tercera diferencia determinante es la referente al tipo de entidad que entrega el dinero en cada uno de estos supuestos. Como norma general (es decir, puede haber muchas excepciones), los créditos personales los conceden entidades de crédito clásicas como los bancos. Los créditos al consumo, muy a menudo, los conceden las propias tiendas o comercios en los que va a gastarse el dinero. Por último, los créditos rápidos son proporcionados por nuevas entidades específicamente destinadas a la entrega de este tipo de financiación.

Principales similitudes entre los diferentes préstamos

Como puedes comprender, lo que media entre estas tres figuras no son únicamente diferencias. De hecho, entre ellas son más las similitudes que las distinciones. Para que puedas verlo y hacerte una idea, hemos recogido aquí las tres más relevantes de todas.

1. Permiten obtener liquidez de manera sencilla

Los tres empréstitos son productos extraordinariamente interesantes para todo aquel que busca una cantidad específica liquidez sin tener que enfrentarse a largos y complejos procesos de concesión. Los tres constituyen recursos muy útiles y atractivos que, al menos en este punto, presentan las mismas ventajas.

2. No son cantidades extraordinariamente altas

Ninguno de estos tres préstamos está pensado para comprar una vivienda, un vehículo de lujo o algo extraordinariamente caro. ¿Por qué? Sencillamente porque las cantidades que se manejan nunca son muy elevadas. Se mantienen en un nivel de en torno a un máximo de 50.000 euros, pero, en algunas ocasiones, dicho límite ni siquiera se llega a alcanzar por todas las entidades.

3. Los requisitos no son muy difíciles de cumplir

En la línea con todo lo comentado hasta este punto, los requisitos no son, ni por asomo, iguales a los requeridos con un préstamo hipotecario u otro del mismo estilo. Se trata de empréstitos ligeros, veloces, de baja cantidad y con requisitos sencillos de cumplimentar.

¿Qué necesito para pedir un préstamo personal?

Por lo general, los requisitos para poder solicitar debidamente un crédito de tipo personal son los que siguen:

  • Ser mayor de edad. Tener más de 18 años es necesario, de otra manera no se te reconoce suficiente capacidad jurídica como para poder firmar de forma válida un contrato de concesión y aceptación de las condiciones de un préstamo. Para esto se habrá de presentar un DNI o NIE válido.
  • Ser residente fiscal en España. Aunque no siempre es necesario tener la nacionalidad española, sí se exige tener una residencia legal en el territorio, algo que habrá de acreditarse en caso necesario con los documentos oportunos.
  • Demostrar que se perciben los ingresos suficientes. Con la voluntad de evitar los impagos, las entidades de concesión de préstamos de esta clase suelen solicitar pruebas de que te será posible pagar las mensualidades cuando sea necesario. Se trata de documentos como los siguientes:
    • Nómina. En este supuesto, se tiene en cuenta incluso si se trata de un contrato indefinido, así como de la cuantía que se cobra cada mes.
    • Pensión. De nuevo, se tiene muy en cuenta la cuantía cobrada.
    • Declaración del IVA en caso de autónomos. Esto permite determinar cuál es el nivel habitual de ingresos, aunque no se cuente con una nómina regular.
  • Demostrar que se tiene un nivel de endeudamiento sano. Entre otras cosas, se tienen en cuenta los créditos concedidos ya, para analizar si existe una excesiva acumulación de ellos. Igualmente, se hace una comprobación de tus datos en ficheros de morosos como Asnef. Igualmente, se suele solicitar la firma de una autorización para comprobar tus datos en el CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España).
  • Se ha de acreditar que se es poseedor de una cuenta corriente a tu nombre, que será la designada para ingresar el dinero y cobrar las mensualidades.


¿Qué necesito para tramitar y pedir un préstamo al consumo?

Los requerimientos para tramitar y pedir un crédito de estas características son muy similares a los anteriores. De hecho, se puede decir que son exactamente los mismos, salvo que en este se añade uno último:

  • Existencia de un contrato comercial vinculado. Es decir, dado que se trata de un crédito entregado para su gasto en la compra de un bien específico, el contrato de compra y el de concesión del préstamo han de actuar como una unidad comercial. Dentro del conjunto de documentos asociados a este empréstito, junto a tu DNI o NIE, tus nóminas y la no inclusión en ficheros de morosos, ha de aportarse también un contrato de venta. Concretamente, el de la venta del producto cuyo importe se ha financiado con el crédito en cuestión.

¿Qué documentos necesito para solicitar un préstamo rápido?

Los créditos rápidos, en cuanto a requisitos, son más parecidos a los personales que a los entregados al consumo. De nuevo, aquí no se pide ningún contrato de venta vinculado. Sin embargo, sí se requiere demostrar que se es mayor de edad, residente español, que se cuenta con ingresos para afrontar la deuda y que la situación financiera no es excesivamente mala.

Eso sí, precisamente en la línea de aumentar su flexibilidad y su velocidad de concesión, estos créditos, en ocasiones, reducen la dureza de las exigencias. A veces, por ejemplo, se pasa por alto la presencia en un registro de morosos.

En todo caso, hay que tener en cuenta una realidad aplicable a estas tres figuras. Muchas veces, estos requisitos no suponen un sí o un no. De hecho, en la mayor parte de los casos sirven para decidir la cantidad concedida y los plazos de devolución. Es decir, en atención a, por ejemplo, los ingresos que tengas, no se decidirá si se te concede o no el préstamo, sino su cuantía concreta.

¿Qué préstamo puedes pedir si no eres Cliente PASS?


Si no eres Cliente PASS puedes pedir:

  • Un préstamo personal de hasta 30.000 euros para devolver en un máximo de 96 mensualidades. El importe mínimo es de 3.000 euros y el plazo de devolución más corto es de 12 meses. Puedes solicitarlo con o sin seguro. La opción con seguro incluye la cobertura en caso de fallecimiento, incapacidad, desempleo u hospitalización. Así, podrás olvidarte de la preocupación de tener que hacer frente a las deudas derivadas de este crédito. En todo caso, se trata de un crédito que se tramita de manera 100 % en línea, con una respuesta muy rápida y ágil y sin necesidad de que cambies de banco. Es un crédito que se encuentra a mitad de camino entre el personal y el rápido. Se concede con mucha agilidad y ni extraordinarios requisitos, de manera online y para que lo gastes en aquello que necesites, sea lo que sea.
  • Un préstamo al consumo (financiación) de entre 200 y 2.000 euros, para devolver en hasta 10 meses sin intereses. Su solicitud ha de estar ligada a la compra de un producto vendido por Carrefour. Se ha de solicitar a través de su página web o en la línea de cajas de establecimientos Carrefour y tiene una comisión de apertura de 10 euros.


¿Qué préstamo puedes pedir si eres Cliente PASS?

En el supuesto de que ya seas Cliente PASS de Carrefour, has de tener en cuenta que, evidentemente, podrás acceder exactamente a los mismos créditos con las mismas ventajas que aquellos que no lo son. Esto es, lo que te hemos comentado en el apartado anterior te es igualmente aplicable.

Ahora bien, a todo ello es posible sumar lo siguiente:

  • En el caso del préstamo personal de hasta 30.000 euros, podrás pedirlo a través de tu zona personal. Esto facilita que personalicemos la oferta a tus necesidades y a tu perfil concreto. Además, una vez concedido, podrás revisar su estado siempre que quieras a través de tu zona privada. Igualmente, te son aplicables las dos opciones, tanto la del préstamo acompañado de seguro como la de aquel sin asegurar, dependiendo de lo que precises en cada momento.
  • En el caso de los préstamos de consumo, además de lo comentado más arriba, también puedes acceder a otro de entre 90 y 2.000 euros, a devolver en 3 meses sin intereses. En ambos casos, eso sí, podrás pedirlo directamente en caja, sin necesidad de abordar ningún papeleo y sin esperas de ninguna clase, ya que su concesión se llevará a cabo de manera totalmente automática. Todo gracias a la Tarjeta PASS.


Cuándo es mejor pedir un préstamo u otro

Todo depende de la situación concreta de cada caso. Por eso, es posible hablar de tres situaciones en cada una de las cuales es mejor acudir a una o a otra opción. Vamos a mostrártelas. Como podrás ver, se trata de escenarios muy amplios, dentro de los cuales cabe una gran cantidad de situaciones distintas. Queda en tu mano adaptarlo a tu situación particular.

Cuando es para un gasto indeterminado o no relacionado con la entidad

Cuando se trata de gastos indeterminados y variados (como los relacionados con la organización de un gran evento, por ejemplo) o cuando se trata de importes que nada tienen que ver con una entidad que otorgue créditos, en ese caso lo ideal es un empréstito personal.

Al no exigirte que el dinero vaya destinado a ningún sitio en concreto, tú tendrás total libertad para gastarlo como más te parezca, por lo que, si has de hacer frente a varios gastos indeterminados o estrictamente personales, esta es la herramienta que precisas.

Cuando es para una compra específica y nada más

En el caso de que la liquidez la requieras para una compra concreta (televisión, mueble, teléfono móvil, etc.) y la tienda conceda préstamos, el crédito al consumo es justo el que necesitas.

Al fin y al cabo, es una figura muy cercana a la de las tarjetas de crédito o a la compra aplazada, por lo que no tendrás que complicarte demasiado para afrontar su funcionamiento específico.

Cuando se tiene mucha necesidad de liquidez en un periodo corto

Ahora bien, si te encuentras en una situación en la que la velocidad es lo más importante para ti, en ese caso el crédito rápido es el idóneo. Como te venimos comentando, agiliza en gran medida los plazos y trámites, por lo que se adaptará a la perfección a tus exigencias de rapidez.

¿Para qué finalidades se puede usar el préstamo personal?

Potencialmente, los propósitos a los que se puede destinar la liquidez obtenida a partir de un préstamo de estas características son infinitos. Sin embargo, a modo de guía, se podría decir que los más habituales son los que te enumeramos aquí:

  • Adquisición de un coche nuevo.
  • Adquisición de un vehículo de ocasión.
  • Compra de una motocicleta o ciclomotor.
  • Organización de celebraciones familiares de cualquier tipo.
  • Equipamiento de electrónica. Desde televisiones a teléfonos móviles.
  • Equipamiento para el hogar. Como muebles y grandes electrodomésticos.
  • Estética. Por ejemplo, una operación de liposucción o una rinoplastia de cualquier nivel.
  • Estudios. Ya sea para el pago de la matrícula o de los manuales escolares, por ejemplo.
  • Apertura de un negocio. De manera que esperas que ese dinero retorne.
  • Inversión. En el caso en el que hayas encontrado alguna opción interesante.
  • Reunificación de deudas. Haciéndote más sencillo enfrentarlas.
  • Salud. Entendida en sentido amplio, desde el dentista a una consulta dermatológica.
  • Viajes. Nacionales o internacionales.
  • Reformas. Ya sean de la vivienda en general, como de un baño o de la cocina, entre otras opciones.
  • Cualquier otra finalidad abierta que se te ocurra.


¿Todos estos préstamos se pueden pedir online?

La tecnología lo ha afectado todo. Desde hace décadas, está presente en todos los ámbitos de nuestra vida. Y una de las principales ventajas de ello es la agilización que logra en la gestión de todos los trámites. En este sentido, a la pregunta del subtítulo te podemos decir que sí. A día de hoy y para tu mayor comodidad, todos estos préstamos se pueden solicitar de manera 100 % en línea. Puedes consultar más información sobre los préstamos online aquí.

Incluso, los documentos oficiales que se solicitan para poder comprobar el cumplimiento de los requisitos pueden colgarse digitalmente en las respectivas plataformas. Las firmas, del mismo modo, pueden realizarse de forma digital mediante sistemas de seguridad eficaces.

Esto hace posible que desde tu propio sofá, puedas obtener con facilidad la liquidez que necesitas en cualquier momento. Algo que, hace no tanto tiempo, era absolutamente impensable para cualquiera que precisara un crédito.

¿Cuánto se tarda en conceder cada tipo de préstamo?

Como norma general, los plazos de concesión son los siguientes:

  • Crédito personal. El mercado actual ofrece muchas entidades diferentes, cuyos plazos de concesión van desde unos pocos días hasta varias semanas. Sin embargo, por lo general, en menos de una semana se ha de contar con el dinero ingresado en la cuenta designada para ello.
  • Crédito al consumo. Si se solicita de manera previa a la compra, acostumbran a tardar un máximo de 72 horas. Si, por el contrario, se hace uso de herramientas como de las que disponen los Clientes PASS, la concesión es inmediata en el mismo momento en el que se lleva a cabo la compra.
  • Crédito rápido. Aunque depende de cada caso, muy a menudo en unos 4 días desde la solicitud ya suele disponerse del dinero. Todo ello en el caso de que sea concedido.

En conclusión, ya se puede decir que conoces al detalle cuáles son las diferencias entre un préstamo personal; consumo y rápido. En tu mano está, por supuesto, decantarte por aquel que mejor te convenga en cada caso. Sea como sea, lo más importante en estos casos es que siempre acudas a profesionales en el sector. Esa es la única manera de que te asegures de obtener la satisfacción que buscas.